viernes, 10 de abril de 2009

El Fin del Mundo



Hace un año atrás Noelia Volpe, licenciada en zoología, viajó a Ushuaia para hacer una pasantía denominada Proyecto Pingüino, con el fin de enriquecer su carrera.

“Me enamoré de Tierra del Fuego. Es una ciudad rodeada de montañas nevadas que se encuentra ubicada en la costa del canal de Beagle. Todas las imágenes que uno puede captar parecen salidas de una postal” contó la veinteaniera que visitó parte de la Patagonia Argentina.

Ella se alojó en el Centro Austral de Investigaciones Científicas (CADIC), que está en una punta de la ciudad, desde donde confesó tener vista espectacular de Ushuaia. Estuvo trabajando en la Isla Martillo, donde hay una gran colonia de pingüinos magallánicos y una más pequeña del pingüino papua.

Para llegar viajó en camioneta hasta la Estancia Haberton y de ahí la trasladaron en la misma lancha que utilizan para las excursiones turísticas. Junto a otros estudiantes, recorrió nidos de pingüinos desarrollando diferentes funciones.

“La gente es muy cálida y me hicieron sentir muy cómoda. Si bien, tenía descuentos por ir como pasante los precios eran muy altos, ya que todo está planeado en función del turismo internacional. Casi no hay visitantes de nuestro país o de otro lugar de Latinoamérica”.

“Llegué por una investigación pero pienso volver como turista. Creo que nadie debería perderse un viaje al Fin del Mundo”.

Agustina Ignatiuk

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